martes, 24 de noviembre de 2009

krishnamurti una semblanza


Krishnamurti y la Sociedad Teosófica
Debido a que el padre de Krishnamurti se encuentra relacionado con la Sociedad Teosófica, a la edad de catorce años entra en contacto con Charles Leadbeater, quien ocupa un alto cargo en dicha sociedad. Leadbeater afirma que el aura del joven Krishnamurti es excepcional, desprovista de todo egoísmo. Desde este momento en adelante, la Sociedad Teosófica se hace cargo de la educación de Krishnamurti, quien recibe una esmerada preparación tanto en el plano espiritual, como físico. Convencidos de que será el instructor del mundo y para perfeccionar su educación se le traslada a Inglaterra. Aquí recibe una cuidadosa atención, tanto en el plano educativo, como por los múltiples honores y obsequios materiales que recibe.

Como se cree que Krishnamurti desempeñara un papel trascendente en la humanidad es nombrado presidente de la Orden de la Estrella de Oriente, institución vinculada a la Sociedad Teosófica. Desde ésta desarrolla continuos viajes e imparte charlas por todo el mundo.

Krishnamurti: Primera experiencia mística
En Ojai (EE.UU.) a la edad de 27 años, Krishnamurti experimenta una extraña experiencia; sin nada que lo justifique, sufre terribles dolores en todo el cuerpo, acompañados de escalofríos, pierde continuamente el conocimiento, se le agudizan algunos sentidos como el del olfato y no es capaz de ingerir alimentos. Luego de tres días de verdadera tortura, puede levantarse y se traslada al jardín bajo un árbol, donde cae en profundo trance. Cuando termina el episodio, que luego Krishnamurti denominara el «proceso», dice encontrarse "embriagado de Dios". Estas experiencias se repetirán y le acompañaran toda la vida.

Krishnamurti: Camino propio
Krishnamurti continúa ligado a la Sociedad Teosófica hasta 1929, fecha en la que decide abandonar todos los privilegios, bienes y honores recibidos, renuncia a la presidencia de la Orden de la Estrella de Oriente y con ella a la Sociedad Teosófica.

Desde este momento, libre de restricciones y convencionalismos, inicia un camino de profundo auto-conocimiento, el que no demora en transmitir a la gente a través de sus escritos y múltiples conferencias. De sus palabras se desprende un profundo mensaje de amor y sabiduría, que no deja indiferente a quienes las reciben, destacan entre ellos personalidades de su época tan diversas como: George B. Shaw, Kahlil Gibran, Henry Miller, David Bohm; entre otros: Todos ellos se refieren en los más elogiosos términos a la persona de Krishnamurti; Aldous Huxley, quién llegara a ser amigo de éste, después de asistir a una de sus conferencias nos dice:

"Fue lo más impresionante que haya escuchado nunca. Fue como haber escuchado un discurso del propio Buda, con tanta fuerza y autoridad en si mismo."

Para aproximarse al pensamiento de Krishnamurti es necesaria una actitud de alerta y de desnudamiento mental y emocional; para él, el ser humano en permanente búsqueda de seguridad, está atrapado entre el presente y el futuro, pero no sabe, no quiere afianzarse en lo que efectivamente es, el ahora.

"Es muy importante descubrir por uno mismo lo que se es en realidad, no de acuerdo con las teorías y las aseveraciones y las experiencias de los psicólogos, filósofos y gurús, sino por la investigación de toda la naturaleza y el movimiento de uno mismo, por el ver qué es uno realmente."

Otro aspecto que destaca en la vasta obra de este pensador, son sus reflexiones sobre el amor dentro de las que destacamos las siguientes:

"¿Qué es el amor? ¿Es placer -placer en el reiterativo acto sexual al que generalmente se llama amor? El amor de la esposa, en el cual hay gran placer, posesión y bienestar basados en el deseo, ¿es amor? Cuando existe un posesivo apego hacia el otro, tiene que haber celos, temor, antagonismo..." " ...Y, ¿cuál es la base del apego?..." "...¿Acaso la base del apego no es el temor de quedarse solo, de estar aislado, el temor al vacío, la sensación de la propia insuficiencia interna?"

"El amor es pasión, la cual es compasión. Sin esa pasión y compasión, sin su inteligencia, uno actúa en un sentido muy limitado, y todas las acciones de uno son limitadas. Donde hay compasión. esa acción es total, completa, irrevocable."

swami vivekananda : una luz en el mundo


Hijo de un conocido abogado y de una inteligente y piadosa dama de Bengala, Swami Vivekananda nació en Calcuta el 11 de enero de 1863 bajo el nombre de Narendranath Dutta. Este niño de inteligencia proverbial que desde bien pequeño mostró una gran independencia de pensamiento, estaba destinado a ser un líder para su pueblo, un mensajero del Vedanta en Occidente, un ideal para millones de buscadores de la Verdad.
De su madre, de quien heredó su prodigiosa memoria, aprendió las Escrituras Sagradas. Naren se destacó desde su infancia por un sinnúmero de cualidades: una asombrosa voz, buen deportista, un conocimiento natural extenso, pensamiento racional y un sorprendente amor desinteresado hacia el prójimo son parte de esta colección de virtudes.

Dos Instituciones se ocupan de su educación, el "Metropolitan Institute" y la "General Assembly's Institution" de Calcuta. Estudiante de Filosofía, comienzan a surgir mil cuestiones sobre la existencia de Dios en su mente. La actitud introspectiva y el espíritu filosófico de Narendra llaman incluso la atención de sus profesores. Es a través del Director del College que escuchará hablar por primera vez de Sri Ramakrishna.

Un Movimiento religioso está en auge por esta época en Calcuta, el Brahmo Samaj. Keshab Chandra Sen, líder del Movimiento era un excelente orador y poseía una gran atracción sobre los jóvenes de la época que en gran número entraban a formar parte de su Organización . Narendra hace lo propio, pero las respuestas que encontró dentro del Brahmo solo le conformaron durante un cierto tiempo. Las preguntas volvían a surgir y las respuestas parecían no existir.

El encuentro con Sri Ramakrishna va a cambiar la vida del joven Naren. A pesar de haber tenido un primer contacto con su futuro Maestro en casa de un vecino, solo tras visitarlo en el templo de Dakshineswar va a quedar cautivado por él. "Señor,¿ usted ha visto a Dios?" La respuesta de Sri Ramakrishna lo deja sorprendido, no sólo había visto a Dios sino que también podía mostrárselo. Al principio todo fueron dudas acerca del Maestro, pero a medida que pasaba el tiempo, Narendra observó que Sri Ramakrishna era la reprensentación viva de las verdades que enseñaba y poco a poco lo aceptó como su Gurú.

El Maestro deja su cuerpo en 1886 y Narendra, junto con otros jóvenes discípulos directos de Sri Ramakrishna, decide renunciar al mundo y tomar votos de sannyasa. A partir de ahora Swamiji, como pasó a ser conocido entre sus hermanos monásticos, comienza una larga peregrinación en busca de respuestas. Causa una fuerte impresión en los espíritus de quienes se le acercan. De ello surge el apoyo de sabios y nobles para que actúe como Delegado de la India en el Parlamento de las Religiones que tendrá lugar en 1893 en Chicago. Vivekananda espera un signo de la Voluntad Divina para aceptar tal cargo. Es en Cap Comorin que la respuesta llega a través de una experiencia espiritual y, con las bendiciones de Sri Sarada Devi, parte un 30 de mayo de 1893 hacia América.

"¡Hermanos y hermanas de América!..." Con estas palabras de conciliación y universalidad que obtuvieron una respuesta inmediata por parte del auditorio, cuentan que fueron más de quince minutos de ovación, el Delegado Vivekananda comenzaba su marcha triunfal por América. Conferencias, clases, notas y más notas de prensa; entrevistas y reuniones con personalidades intelectuales y religiosas, son los intensos día a día a partir de entonces. Entonces llegaron los discípulos: un amplio círculo íntimo que ayudará al Reverendo Vivekananda en la tarea de difundir su mensaje universal por toda América y más tarde por la vieja Europa.

Swami Vivekananda regresa a India donde es recibido con honores de Mahatma y es considerado héroe nacional. Él por su parte no olvida su condición de monje renunciante. Funda la "Ramakrishna Mission Association" y años más tarde el "Ramkrishna Math", la actual "Ramakrishna Math & Mission". Un doble ideal como objetivo de la empresa: la autorrealización y el servicio desinteresado al prójimo como si de Dios mismo se tratase.

Swami Vivekananda deja su cuerpo un 4 de julio de 1901, sin haber cumplido los cuarenta, como él mismo había predicho en cierta ocasión.




Cada ser individual es potencialmente Divino. La meta es manifestar esa Divinidad interior controlando la naturaleza externa e interna. haz esto ya sea por el trabajo, la adoración, el control psíquico o la filosofía, sigue uno, o más, o todos estos senderos y sé libre. Esto es lo que constituye la religión.
Las doctrinas, dogmas, rituales, libros, templos o imágenes son sólo detalles secundarios.

***

Si van bajo la superficie, encontrarán esa Unidad entre hombre y hombre; entre razas y razas; alto, bajo; rico y pobre; dioses y hombres; hombresy animales. Si van lo suficientemente hondo, todo será visto sólo como variaciones del Uno, y aquél que ha alcanzado este concepto de Unidad no tiene más ilusiones. ¿Qué puede engañarlo? Conoce la realidad de todo, el secreto de todo. ¿Dónde puede haber miseria para él? Ha seguido el rastro de la realidad de todo hasta el Señor, el Centro, la Unidad de todo, que es Eterna Existencia, Eterno Conocimiento, Eterna Dicha.
***

El mundo está listo para entregar sus secretos si sólo sabemos cómo golpear, cómo darle el golpe necesario. La intensidad y la fuerza del golpe llegan por la concentración. No hay límite para el poder de la mente humana.

***

El pensamiento es la fuerza propulsora en nosotros. Llena la mente con los más elevados pensamientos, óyelos día tras día, piénsalos mes tras mes. Nunca te importen los fracasos; son naturales. Estos fracasos son la belleza de la vida

***

Debe haber meditación. La meditación es lo esencial. ¡Medita! La meditación es lo más grande. Es el mayor acercamiento a la vida espiritual . Es el momento de nuestra vida diaria en el cual no somos materiales, el alma pensando en sí misma, libre de toda materia...ese maravilloso toque del Alma.

***

Yo conozco a alguien a quien el mundo solía llamar loco, y ésta era su respuesta: Amigos míos, el mundo entero es un asilo de lunáticos, algunos están locos por el amor mundano, otros por el nombre, otros por la fama, otros por el dinero, otros por la salvación e ir al cielo. En este enorme asilo de lunáticos yo también estoy loco, estoy loco por Dios. Tú estás loco, yo también. Pero creo que mi locura es, después de todo, la mejor.

***

En los tiempos presentes Dios debería ser adorado como Madre, la Energía Infinita. Eso conduciría a la pureza y traería como consecuencia una tremenda energía aquí en América. Tenemos que llegar a ser vedantistas y vivir ese gran pensamiento. En la India esas ideas fueron expuestas por seres como Budha, Shankara y otros, pero las masas no pudieron retenerlas. El nuevo ciclo debe ver a las masa viviendo el Vedanta y eso tendrá que ocurrir mediante la mujer.

***

Dirijo mi atención al individuo para hacerlo fuerte, para enseñarle que él mismo es Divino, y llamo a los hombres para hacerlos conscientes de esta Divinidad interior. Ese es realmente el ideal, consciente o inconsciente, de toda religión.
...

audiotexto que explica curso de milagros


http://www.youtube.com/watch?v=WjLRsVuVAK8
http://www.youtube.com/watch?v=NVcQHADFeqk&feature=related

lunes, 23 de noviembre de 2009

libro curso de milagros enlace gratis


http://www.scribd.com/doc/2564890/1-Un-Curso-De-Milagros

sábado, 21 de noviembre de 2009

bernie siegel un medico sanador


El Amor es el que Sana


Como cirujano, he trabajado durante muchos años con pacientes que sufrían enfermedades degenerativas que ponían en peligro la vida. En el curso de mi práctica he descubierto
que si conseguía que esas personas se amaran a sí mismas, empezaban a ocurrir cosas
increíbles, no sólo desde un punto de vista psicológico, sino también físico. Una consecuencia
derivada de su mejor actitud psicológica era la correspondiente mejoría física. Así que
empecé a considerar el hecho de que el enfoque que más importaba en la terapia consistía en enseñar a las personas a sentir y a expresar amor, empezando por ellas mismas. Y he
descubierto que eso iba en proporción directa a mi habilidad para amarlas y mostrarles que eran dignas de ser amadas.

¿Por qué es tan importante el amor en la sanación? Simplemente porque es lo más significativo en la vida humana. El amor auténtico debe darse libremente, con absoluta libertad de elección. El amor no puede darse como una responsabilidad por cumplir. Resulta inoperante el que se nos «fuerce» a dar amor a otro (cosa, por lo demás, imposible). Esa libertad para amar es lo que hace que valga la pena gozar del libre albedrío, aun corriendo el riesgo de usarlo mal - como en una explosión nuclear u otras catástrofes - porque cuando elegimos amar, el amor se hace enormemente significativo, ya que procede de nuestra esencia más profunda, fuente de toda libertad. Desde allí podemos amar, logrando que los otros lo puedan sentir tan profundamente que repercuta en el estado físico. Hay una fisiología del amor: no es sólo una experiencia emocional, sino una experiencia que afecta a todo el cuerpo.

Por esta razón creo que el amor es como un hilo de oro que conecta las múltiples formas de sanación que existen. Pero esto es un concepto abstracto, y me gustaría que viéramos en forma práctica cómo interviene el poder sanador del amor en la terapia.

Por ejemplo, entre las personas que llegan a mi consulta con un cáncer, resulta claro que
algunas están de alguna manera autodestruyéndose : abusan del tabaco, el alcohol,
las comidas grasas, las drogas, labrando diligentemente su propia muerte. En tales casos,
no digo: «No fumes», «Suprime el alcohol», «Por favor, adelgaza, haz ejercicio» o «No dejes de tomar esas medicinas». Mejor les digo: «Me preocupo por ti. Te quiero. Aquí tienes algunas indicaciones para que aprendas a quererte a ti mismo. Te veré en dos semanas».

Si regresan sin haber hecho nada, vuelvo a decirles: «Te quiero», les doy un abrazo y les
repito: «Me importa de ti, ven a verme en dos semanas. Estaré preocupado por tu salud ». A través de ese amor, empiezan a decirme: «Te doy las gracias por preocuparte, por el interés que tienes por mí. Estoy empezando a quererme, estoy empezando a cuidarme.» Ese es el inicio a preguntar que más pueden hacer por ayudarse a sí mismos.

Es entonces cuando les hablo de las terapias de grupo y les comunico que pueden asistir, si no les importa hablar de sus vida y de lo que sienten. Después, quizás les sugiera que estudien algo de dibujo, pintura o artesanía.

Les doy, además, algunos ejercicios de auto-imagen, por ejemplo, sentarse frente a un espejo unos veinte minutos por dos veces al día, contemplarse con afecto y decirse: «Tienes
unos ojos bonitos, tu sonrisa es agradable, me caes bien. Te quiero.» Podría también aconsejarles la meditación, la oración, la música.

En algún momento, el paciente de pronto empieza a darse cuenta de que es extraordinario
intentar el esfuerzo por sentirse mejor. A esto lo llamo germinar, crecer y desplegarse como una flor. Ellos descubren que son como una semilla, con un enorme potencial dentro, que hasta entonces no había sido destapado y que, simplemente, estaba esperando brotar. Entonces sus anhelos se transforman en una certeza: "i Mira hasta dónde puede conducirme mi crecimiento !".

La sanación a través del amor se puede emplear también como la forma de ayudar a las personas a reconsiderar sus propias vidas. Parece que cada uno de nosotros hubiéramos nacido no sólo con una cierta morfología física, sino también con un anteproyecto psíquico, intelectual y espiritual. Cuando nos desviamos de ese modelo interno, a menudo hace falta una enfermedad psíquica o física para traernos de nuevo a nuestra verdadera ruta. Como si alguien nos dijera: «¡ Cuidado ! No estás siendo lo mejor que podrías ser. Vuelve a tu camino.» Esto es lo que tendría que hacer la psicoterapia: colocar de nuevo al paciente en contacto con su modelo interior, de modo que él empiece a seguir el camino correcto otra vez.

Hay veces en que nos resulta difícil encontrar el camino de regreso y es entonces cuando
necesitamos ayuda. Necesitamos a alguien que sea lo suficientemente amable, pero también dispuesto a darnos un empujón para que nos movamos. En terapia, eso lo llamamos confrontación. Confrontamos al paciente consigo mismo, aunque a veces parezca ser un poco doloroso. Si escucháramos a nuestro ser interior, nos diría: «Pon atención. Haré que te duela un poco ahora, para que despiertes.» Por esa razón, a veces llamo al dolor «la orden de reajuste que envía Dios». En ocasiones, es lo único que hace que la gente cambie.

Por supuesto, son muchos los factores externos que pueden contribuir a que nos salgamos del camino adecuado - condicionamientos producidos por la familia, presión del ambiente escolar y social - pero volver al camino implica siempre encontrar la mejor forma de compartir amor con el mundo. Todos tenemos nuestra propia manera de expresar amor; si la descubrimos, viviremos más tiempo, gozaremos de mejor salud, disfrutaremos más de la vida y recibiremos también más amor de los otros. A causa de eso, los terapeutas deben ayudar a sus pacientes a redescubrir sus propios e individuales caminos de amor.

Para lograr éxito en esta tarea es necesario que el terapeuta encuentre maneras prácticas
de fluir en su natural manera de amar y hacerlo de forma continua, ya que, sin un contacto
en el que se pueda confiar, la eficacia de la ayuda se vería bloqueada. Quizás lo más importante es que el terapeuta asuma en su vida su propio mensaje. Y esto no quiere decir que tenga que ser alguien perfecto. No somos perfectos, pero podemos perdonarnos nuestras imperfecciones, lo que significa que al vivir mi propio mensaje, debo perdonarme por no ser perfecto, como también perdono a mis pacientes por no serlo. Significa también que compartiré diariamente la meditación, música, oración, afirmaciones positivas, ejercicios, dietas, y todas las actividades que ofrecen nuestros grupos de terapia.

Creo, además, que vivir mi mensaje significa también que puedo trabajar sobre mis propias
heridas y mostrarme vulnerable ante las personas a las que estoy atendiendo. De esta forma, puedo pedirle a uno de mis pacientes que me dé un abrazo si estoy pasando un mal día. No necesito ser un superhombre. Puedo admitir mi mortalidad y mi condición humana.

En este sentido no soy un terapeuta tradicional. No me complica tener contacto físico con mis pacientes, porque ellos entienden que se trata de un amor que no tiene nada que ver con atracción sexual ni cosa parecida. Hay veces en que el contacto físico resulta apropiado. Como cuando tenemos que dar a alguien el pésame por la pérdida de un ser querido y no se nos ocurre nada que decir, sólo abrazarlo apretadamente. Con ello le trasmitimos que estamos compartiendo su dolor, como no podrían hacerlo ni las palabras más elocuentes.

Vivir nuestro propio mensaje trae también consigo un aspecto de apertura y de humildad. Como terapeuta, no estás sentado en un lugar lejano, mirando a las masas ignorantes y necesitadas. Simplemente, harás lo que sea necesario, confiando en que el amor sabrá qué es lo que hace falta. Esto incluye no darse a conocer como experto infalible, poseedor de todas las respuestas, sino concebir el proceso de curación como un diálogo, un intercambio, una experiencia de aprendizaje tanto para el paciente como para el terapeuta. Hay que comprender que dar amor también implica recibirlo; no debo protegerme con barreras que dificulten a los pacientes su apertura al amor.

De esta forma, la terapia se convierte en un proceso en el que el paciente y el terapeuta se van cambiando el uno al otro. Resulta de vital importancia darte cuenta que no debes aconsejar solamente, sin vivir tú mismo tus propias congojas. El amor sólo será auténtico cuando provenga de una experiencia vivida, y si no, no será convincente.

Otro factor que facilita considerablemente el amor en el proceso terapéutico es el hecho de que en este tipo de trabajo estamos rodeados diariamente de individuos valiosos, que nos inspiran: personas que reafirman sus ansias de vivir en medio de enfermedades progresivas. Como el valeroso enfermo de SIDA quien, en lugar de darse por vencido, se dedica a levantar el ánimo a sus compañeros de hospital. 0 el enfermo de cáncer que elige seguir amando al mundo, y que considera su enfermedad como un incentivo a su crecimiento espiritual. Tales personas son reconfortantes. Hacen que sigas adelante y te ayudan a no flaquear.

Por último, el amor en la relación terapéutica se ve facilitado por la comprensión de que somos mortales, de que todos nos vamos a morir algún día, hagamos lo que hagamos por tratar de evitarlo. Si asimilo esa idea, aprovecho al máximo mi vida en el presente, haciendo hoy lo que más me gustaría hacer el resto de mi vida. Mi actitud es que, si me muriera esta noche o mañana, mi vida habría sido completa: me siento realizado porque he amado con plenitud. Esto es lo que comparto en los grupos con los pacientes: la forma de usar nuestra mortalidad de una manera positiva, sacándole el mayor partido a la vida.

Los terapeutas también necesitan desarrollar la idea de que la muerte no es un fracaso. En la educación médica tradicional, evidentemente el éxito se mide según la capacidad de eliminar la enfermedad, de «curar». Por lo tanto, la muerte de un paciente se ve como un fracaso. Pero sostener esa idea implica distanciarnos de nuestros pacientes, perdiendo nuestra oportunidad de seguirlos ayudando en su transición hacia la muerte.

Curar no siempre es posible. El SIDA y el cáncer nos lo recuerdan. Hace cincuenta años, la tuberculosis arrasó con muchas vidas. En los próximos cincuenta años aparecerá, sin duda, alguna otra enfermedad que se resistirá a cualquier tratamiento. El hombre seguirá siendo mortal, y seguirá habiendo enfermedades incurables; pero también habrá mayores posibilidades de curar las ya existentes.

Yo suelo decir a todos, sanos o no, que deben vivir como si se fueran a morir en cualquier momento. De esta manera es fácil ayudar a otros, porque nunca existe un momento en que esto no sea posible. ¿Dices que te vas a morir mañana? Pues, vive como si te fueras a morir esta noche. Disfruta estas horas de vida como si fueran las últimas. Puede ser que mañana te sientas demasiado bien como para pensar en morirte. Podrías morirte de verdad si estás cansado y tienes ganas de irte. Tenemos mucho más control sobre la hora de nuestra muerte del que la mayoría de las personas imaginan. Está bien morirse si es eso lo que una persona anhela, aunque no lo sepa. Puesto que todos moriremos algún día, morir no es un fracaso. Es simplemente misión cumplida. Con esta actitud la muerte puede ser sanadora.

Por supuesto, siempre hay dolor cuando perdemos a un ser querido. Pero uno debe aprender a asimilar ese dolor, y usarlo para amar a otros. Piensa en los que han vivido noventa o más años. Seguramente han perdido ya a su pareja, a sus hijos y a sus amigos queridos. Pero incluso después de sufrir esas pérdidas que fueron terribles, estas personas encontraron fuerzas para seguir viviendo porque aprendieron a dar a otros ese amor que pareció quedar sin destino. No sobrevivimos a toda la gente que amamos y que se nos fue, si no elegimos seguir amando a personas nuevas. Eso es lo que hacen los que sobreviven; siguen amando continuamente. Por lo tanto, la sanación, como el amor, se convierte en un proceso que no tiene fin.


Bernie Siegel


Traducido y extractado por Sonia Ramírez de
Bernie Siegel.- Love & Healing.
--------------------------------------------------------------------------------
Este artículo fué publicado en el Nº 16 de la Revista ALCIONE

oracion de sanacion interior


Oración corta de Sanación espiritual y física

Sáname Señor

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Señor, escúchame ...
Señor, úngeme con Tu Espíritu Divino...
Inflama mi corazón con el fuego de tu amor.....
Inunda mi ser con tu presencia majestuosa.....
Atiende por favor la llamada de mi alma ......
Señor, perdóname todas mis ofensas......
purifícame y cúrame de todos mis resentimientos......
que pude haber contraído en mi ignorancia........
Perdóname por todas las veces que te he desdeñado.....
cuando he pecado y no he sentido ningún remordimiento........
Dígnate en llenarme del regalo del perdón......
para que en este momento pueda perdonar a toda la gente que me
ha ofendido, y que le pueda enviar mi amor a ellos........
y para que ellos me perdonen también.......
Señor...... cura las heridas que yo mismo me he causado por falta de perdón y
de comprensión de mis hermanos.......
Sáname Señor......
Purifica mi alma.... de modo que pueda sentir que no
tengo ningún resentimiento contra ninguna persona.... o contra mí...... o en contra
Tuya......
Lléname con Tu Paz......
Satura mi ser con Tu Amor Divino, para deshacer las paredes
del orgullo y del egoísmo.......
Enséñame a amarte a Ti y a los demás.... como nunca he amado
antes........
Transfórmame en un sol de Amor Eterno....... para encender todos
los corazones con los rayos tiernos del amor.......
Sáname Señor.......
Lléname con Tu Luz.......
Lléname con Tu Amor......
Lléname con Tu Paz......
Amen.........

Señor Jesús, vengo humildemente ante tu cuerpo crucificado, allí donde tu recibiste todas las consecuencias de nuestro pecado, nuestras enfermedades, nuestras debilidades y la muerte.

Señor Jesús, en tu santo nombre humildemente imploro tu misericordia y te pido por los méritos de tu pasión, agonía y muerte, y por los méritos de las penas del Inmaculado corazón de María, que me sanes, que sanes a N.N., no tengas en cuenta muestro pecado, sino la fe de tu Iglesia.

Señor Jesús, tu eres el mismo ayer, hoy y siempre, en tu santo nombre te pido, que pases con tu mano santa sanando mis dolencias, ungiéndome con tu espíritu, tu conoces mi problema, sáname Señor Jesús. Sana a N.N.

Señor Jesús, tu eres el Dios que nos sanas, hoy me despojo de mi enfermedad y te la entrego a ti en tu santo nombre , para que dispongas de acuerdo a tu misericordia, que no sea mi voluntad, sino la tuya, haz tu trabajo Señor para la gloria de tu Santo Nombre.

Sáname Señor Jesús por el poder de tu nombre , sáname Señor por los méritos de tus santas heridas, sáname Señor por los méritos de tu preciosa sangre derramada por nuestros pecados, sáname Señor. Sana a N.N.

Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. Pongo toda mi confianza en ti, porque tu tienes todo el poder de sanarme, porque eres nuestro Dios misericordioso con caridad inigualable, porque me amas y hoy haz traído la salvación a mi casa.
Gracias Señor Jesús por tu santo nombre , gracias Señor Jesús, gracias Señor Jesús. Gracias Virgen María por tu intercesión. Gracias Señor Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.

bernie siegel un medico sanador



EL DOCTOR BERNIE SIEGEL SE DEDICA (JUNTO A SU ESPOSA BOBBIE) A DAR CHARLAS Y DIRIGIR TALLERES POR TODO EL MUNDO PARA CONOCER Y APRENDER A USAR LA FUERZA DEL AMOR, ESTIMULAR EL POTENCIAL SANADOR DE TODA PERSONA ANTE LA ENFERMEDAD Y PODER DISFRUTAR DE LA VIDA EN CADA MOMENTO.

El DR. BERNIE SIEGEL (quien prefiere ser llamado BERNIE) es profesor universitario de medicina y se dedicó a la cirugía general y pediátrica hasta que en 1989 se retiró de sus actividades profesionales. BERNIE creó en 1978 la institución Pacientes Excepcionales con Cáncer, de terapia individual y grupal en la que se trabaja con los sueños, visualizaciones y dibujos de los pacientes para ayudarles a estimular el potencial sanador presente en todas las personas. Actualmente, el interés del DR. BERNIE SIEGEL se centra en la humanización de la atención médica y en promocionar la introducción de la relación entre cuerpo y mente en los estudios académicos de medicina.

¿Qué son las emociones?
Las emociones son químicas. La risa y la felicidad pueden significar, para todas las células del cuerpo, un mensaje sanador que refuerza la vida; mientras que la culpa y la desesperación pueden generar mensajes destructivos. Es fascinante la forma en que determinados pensamientos provocan cambios en el cuerpo: si eres feliz, tu cuerpo lo sabe y si te deprimes y pierdes la esperanza, también. Todo el mundo conoce casos de enfermedades de difícil solución pero que se han curado cuando las personas en cuestión han encontrado la fuerza interior para combatirla.

SIEGEL apunta que “la profesión médica está aprendiendo que no se puede entender la enfermedad a menos que se entienda a la persona que la tiene porque el cuerpo y la mente son una unidad que se mantiene por mediación de los nervios y las moléculas”.



La enfermedad y la muerte no deben verse como signos de fracaso; el único fracaso es no vivir. Lo importante es saber disfrutar el momento y sacar provecho de él. Todos vivimos un tiempo limitado por lo que se debe empezar a pensar en cómo utilizar este tiempo desde ahora mismo.



Sin embargo, las acciones del mundo actual parecen decir que estamos más interesados en morir que en vivir. Aunque la humanidad ha progresado muchísimo, todavía no se pueden resolver todos los problemas con medios artificiales. Por tanto, si se destruyen los mecanismos naturales de autocuración del planeta, nosotros moriremos con él.



El DR. SIEGEL reflexiona un planteamiento médico que él mismo llama “levántate y anda” centrado en mantener y reparar el cuerpo en vez de curarlo, porque mientras podamos andar y actuar pensaremos que estamos curados. “El dolor puede sanar nuestra vida y generar nuevo amor”. Debemos reunirnos, sentarnos en grupos y escucharnos unos a otros para que podamos curar nuestro dolor y aprender después a mejorar nuestras vidas.

Enfrentarse al miedo
Para vivir y conservar la salud es necesario enfrentarse a los propios miedos. A medida que se aprende a luchar por la vida y a tratar con el miedo, se va teniendo más paz interior. Esto se debe a la toma conocimiento de que se es capaz de manejar lo que venga sea lo que sea.

Es importante examinar las metáforas de nuestros miedos, aprovecharlas y aprender de ellas. En los talleres de terapia del DR. SIEGEL se trabaja con las visualizaciones de los pacientes. Una de las imágenes que el doctor hace que la gente visualice es la de un niño que llora: “Imagínate que tu casa es una guardería y que en una cuna hay un bebé que llora. Imagina que ese bebé es el mayor de tus miedos o de tus problemas. Tómalo en brazos, acarícialo, y mira que sucede con tu miedo. Date cuenta de que el miedo no eres tú y mantenlo a distancia. Tú no eres el miedo; él está separado de ti. De esta manera puedes empezar a penetrar en tu propia oscuridad, abrazar tu miedo y tu dolor, y aprender de ellos.” Pero la clave está en tener la fe que se necesita para hacerlo.

Desarrollar la
fuerza interior
BERNIE nos anima a tener la fuerza interior y la capacidad necesarias para afrontar todos los problemas. “Entonces podremos mirar a nuestro propio corazón, escucharnos, recurrir a nuestras fuerzas y a las de nuestros seres queridos y superar de una forma saludable cualquier dificultad”. La cuestión no es saber quién tiene el peor problema, porque todos tenemos problemas, sino inspirarnos los unos a los otros para afrontarlos.



La vida es una oportunidad para que cada cual haga, a su manera, su contribución de amor. Pero hay personas que tienen tanto miedo de arriesgarse que se matan sin hacer nada en vez de vivir de lleno su vida. Todos deberíamos encontrar la fuerza que llevamos en el interior para nutrirnos de ella y usarla para vivir plenamente.



Según el DR. SIEGEL, el objetivo de nuestra vida aquí deriva del uso de la libre elección en hacer las cosas por amor. “En el Paraíso no había esta opción porque sólo había amor. Sin embargo se concedió la libre voluntad para que pudiera haber propósito e intención. Fue a partir de entonces que la expresión del amor pasó a ser importante porque era el resultado de una elección”.

Pero, a partir del momento que despertó esta consciencia de elección surgió un nuevo riesgo: la elección entre ser creativos o ser destructivos. El verdadero reto actual de la humanidad está en querer crear un mundo de personas que aman, gente que instintivamente toma esta opción que les cura a ellos, a la sociedad y al planeta.



Elección personal
El mensaje vital y positivo que BERNIE comparte para todo el mundo es que “nuestra meta debe ser aprender a vivir jubilosamente porque estamos aquí para aportar amor”. La manera de ser feliz para el resto de la vida es hacer algo por las otras personas; por lo que decidir qué hacer para contribuir al mundo nos proporcionará un enorme bienestar personal.




Pero, ¿qué pueden hacer las personas para iluminar el camino de la vida? BERNIE cree que “cada uno de nosotros puede convertirse en una antorcha y consumirse plenamente con el amor que la enciende”. Hay muchas personas que se apagan porque no viven su vida con amor y, tristemente, mueren con esta capacidad sin usar. Cada uno de nosotros se debería consumir con amor, tan plenamente que no quedara nada cuando nos fuéramos. “La paz, el amor y la curación están ahí para cada uno de nosotros. Sólo debemos recoger la antorcha el iluminar el camino”.



Lo verdaderamente auténtico es cuando se da amor y no se espera nada a cambio. No es necesario que nadie aplauda cuando se hace algo especial por otra persona. La recompensa está en lo que se hace.

La vida continúa
Parece que hoy sólo existen dos aspectos importantes: la conservación del planeta (en su sentido físico) y la educación de los niños. Según BERNIE somos tan capaces de hacer lo uno como lo otro. Pero los que aman de verdad elijen opciones que expresan la profundidad de su amor por todos los seres e incluyen de forma natural la conservación y la preservación del planeta para que la vida pueda continuar.



Cuando aceptemos nuestra propia mortalidad podremos por fin empezar a conseguir que nuestro tiempo aquí sea precioso y darnos cuenta de nuestra unidad con la inteligencia creativa. La muerte no es un error contra el que hay que luchar, sino una culminación natural del ciclo de la vida. Vale la pena recordar que no podemos vivir para siempre pero sí debemos vivir la vida en toda su plenitud.

HUMANIZAR LA ATENCIÓN MÉDICA
El DR. BERNIE SIEGEL cree necesario que las facultades de medicina enseñen a los futuros médicos la importancia de expresar sus sentimientos y de compartir las dificultades que se les plantean, participando en reuniones y clases, hablando entre ellos de su desconcierto y su dolor. “Lo que es abominable es la formación y las prácticas de los futuros médicos, durante las cuales no se les da el apoyo y la educación que necesitan para no terminar despersonalizando a la gente”. En parte esto se debe a que las personas que les enseñan tampoco se han enfrentado a estos problemas realmente. Pero, a menos que se conceda a los estudiantes y a los pacientes el derecho de expresarse y de exigir lo que necesitan, el cambio será muy lento.



Son muchas las formas en que se podría humanizar la atención médica. BERNIE insiste en que los médicos hagan personalmente la prueba de cómo es el estar enfermo. “Me gustaría verlos en un hospital donde nadie los conoce, con un diagnostico de una enfermedad que no pone en peligro su vida. Pasando así una semana, ingresados, podrían comprobar de qué forma se trata a los enfermos”.



Los pacientes deben formar parte del proceso de formación de los médicos, aprender que están tratando con personas, no sólo con enfermedades, y que la gente no es lo mismo que los casos que salen en los libros de texto.

El DR. SIEGEL continúa diciendo que otra cosa que enseñaría a los médicos es comunicación. “¿Cómo decirle a alguien que tiene cáncer sin quitarle al mismo tiempo la esperanza?”. Los papeles de autorización que se hacen firmar a los pacientes son, por sí mismos, destructivos. Nadie ha enseñado a los médicos a redactarlos de tal manera que no provoquen creencias negativas ni efectos colaterales en los enfermos.

Es necesario que los médicos aprendan que palabras como ataque y muerte son destructivas cuando se las entiende en el nivel consciente y en el inconsciente, simultáneamente. “No sólo nuestras medicaciones y operaciones tienen eficacia; también las palabras pueden curar o matar”. De hecho, los médicos pueden acortar realmente la vida de un individuo cuando, con lo que dicen, le está quitando la esperanza.

Hospital de ¿hospitalidad?
La palabra hospital deriva de hospitalidad pero tendría que convertirse en un lugar más “hospitalario” para beneficio tanto de los pacientes como del personal. Un hospital debería tener una sala de meditación y un lugar destinado para que el personal y los pacientes pudieran acudir en busca de paz y calma, además de un lugar de información sobre la forma de sanar y curar los males de los enfermos. Nadie debería tener que decir: “Me dijeron que tenía cáncer y después el médico se fue. No vino nadie a mi habitación para decirme cómo vivir con el cáncer”. BERNIE cree que el hospital debería tener una organización que se hiciera cargo y respondiera cuando a la gente le dijeran que tiene cáncer, que necesita una operación…Los hospitales no sólo deberían tratar la enfermedad, sino enseñar a vivir a la gente, de modo que cuando los pacientes salieran del hospital hubieran aprendido algo sobre sí mismos y sobre cómo seguir viviendo.

Por Bel Vinyes para RCM