domingo, 8 de noviembre de 2009

imposicion de manos de cristo



Los Evangelios trasmiten de manera reiterada diversas noticias que nos hablan del poder de sanación que tenía Jesucristo, que habitualmente practicaba a través de la imposición de manos sobre los enfermos. Nos han dejado constancia, incluso, de que la fuerza de Jesús era tal que bastaba que un enfermo que tuviera fe tocara su manto para que inmediatamente quedase curado.



En el Evangelio de Mateo (8, 1-3) se narra, a modo de ejemplo, que: "Un leproso vino a arrodillarse delante de él y le dijo: "Señor, si quieres, puedes sanarme." Jesús alargó la mano, lo tocó y le dijo: "Quiero, queda sano." E inmediatamente desapareció la lepra."



Otro episodio similar se encuentra en el Evangelio de Marcos (8, 22-25): "Cuando llegaron a Betsaida le trajeron un ciego y le pidieron que lo tocara. Jesús tomó al ciego y lo saco fuera del pueblo. Después de mojarle los ojos con saliva, puso las manos sobre él y le preguntó: "¿Ves algo?" El ciego, que empezaba a ver dijo: "Veo a los hombres, pero como si fueran árboles que caminan." Le puso nuevamente las manos en los ojos y el hombre empezó a ver perfectamente: quedó sano y veía claramente todas las cosas."



Lucas, por su parte, nos indica (4, 40-41) que: "Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversos males se los traían; él imponía las manos sobre cada uno y los sanaba. También hizo salir de varias personas demonios que gritaban..."



Estas y otras noticias similares nos hablan del poder curativo de Jesucristo. Todo parece indicar que las manos de Jesús eran un medio a través del cual se canalizaba una fuerza o energía que permitía la sanación de los hombres que tenían fe en él. Pero es que, además, los Evangelios nos han dejado constancia expresa de que esa energía que las manos de Jesús canalizaban se podía también depositar en objetos diversos, sobre todo en la ropa. De algún modo se nos está diciendo que su fuerza era tan intensa que llegaba a impregnar los paños con que se cubría y bastaba que los necesitados de ella los tocaran con fe para que les fuera transmitida. Dice, en ese sentido, el Evangelio de Lucas (8, 42-48):



"Mientras Jesús iba a la casa de Jairo, la gente lo apretujaba hasta casi ahogarlo. Una mujer, que padecía hemorragias desde hacía doce años y había gastado con los médicos todo lo que tenía sin que nadie pudiera curarla, tocó el borde del manto de Jesús y en el mismo instante se le detuvo el derrame de sangre. Jesús preguntó: "¿Quién me ha tocado?" Como todos decían que ellos no habían sido, Pedro y sus compañeros replicaron: "Maestro, es la multitud la que te aprieta y te oprime." Jesús dijo: "Alguien me ha tocado, pues yo he sentido que una fuerza ha salido de mí." Al verse descubierta, la mujer se presentó muy temerosa y, echándose a sus pies, contó delante de todo el mundo por qué le había tocado y cómo había quedado instantáneamente curada. El la dijo: "Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz."





1 comentario:

  1. https://platinumpeachpress.com/que-hay-en-la-caja-del-ipad/
    Lo más probable es que ya hayas abierto la hermosa caja en la que llegó tu nuevo Apple iPad. Pero si no lo hiciste, esto es lo que puedes esperar encontrar dentro:

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